miércoles, 20 de enero de 2016

Testimonio de catequista

¿Por qué ser catequista?
Habrá tantas respuestas como personas se dediquen a esta maravillosa labor. Personalmente responde a un llamado profundo, a una necesidad de comunicar y compartir la trascendencia de la Eucaristía. Es una oportunidad Divina de "hacer comunión" desde el mensaje de Nuestro Señor Jesucristo, la posibilidad de ejercer con todas veras el Reino del Amor en cada encuentro. Más por la infante vocación que por la propuesta de quienes guiamos.
Dios nos ha premiado en cada encuentro conociendo realidades tan disimiles, familias tan diversas, hábitos multicolores, pero siendo el denominador común algo que no es de este mundo... Se experimentó la COMUNIÓN, cada sábado. La relación que se entabla entre catequistas, en particular con quienes compartíamos el grupo, tiene el sello de conocer a Cristo, de ver su mirada en tantos ojos pequeños, descubrir sus verdades en gestos de los niños que llegaron a conmovernos.
Parecieran estas líneas un guión de reclutamiento, para sumar obreros a la mies. Y... ojalá sea ese el efecto, se puede acercar uno con un poco de temor por la falta de experiencia, de remilgos por ser tan elevado el objetivo, pero si bien esa realidad está presente, cada vez que una oración daba inicio al encuentro, el Espíritu Santo se hizo presente desatando dificultades y elevando la acción.
¿Para qué ser catequista?
Para compartir un tesoro, para divulgar la necesidad e importancia de los sacramentos, para dormir en paz sabiendo que en algo aportamos en la construcción del Reino del Amor, para nutrirnos y enriquecernos ejerciendo una pastoral activa, para tener conocimiento de causa cada vez que con liviandad se critica a la Iglesia Católica Apostólica Romana, para "hacer ruido" con los chicos, para refrescar el alma con el soplo del Santo Espíritu, para....

Sería muy enriquecedor que otros catequistas puedan compartir sus propios "por qué", qué los motiva a dejar sus compromisos, a ceder un tiempo semanal para ser catequistas.
Cada uno puede dar su propia respuesta para hacer comunión a partir de la diversidad de experiencias.