viernes, 16 de julio de 2021

Hacer ESCUELA

 El título coincide con un programa del Ministerio de Educación de la Nación, que compartiré en otra entrada. Lo tomo prestado, porque luego de la pandemia, perdón, en medio de ella, me emociona más que de costumbre la "escolaridad". El aislamiento del año pasado evidenció con creces y casi violentamente, la importancia del Sistema Educativo. Más allá de mil fallas que pueda tener y tiene, con todo lo que se puede mejorar, no hay mejor tiempo para un niño que compartir con sus pares. Como dice el dicho, "todo en su justa medida y armoniosamente", sin duda.

Para quienes sentimos compromiso con la educación, creo que entendemos profundamente el alcance social para la niñez y adolescencia de "salir" de casa. Ese lugar que los acunó, los formó, les enseñó a comunicarse, los proveyó materialmente, necesita un respiro. El Nivel Inicial es el primer vuelo que hace un pichón fuera del nido, si ha salido antes, habrá sido a otros nidos avalados por papá y mamá. Se sabe que es la primera Institución, así con mayúsculas, a la que accede como protagonista, a menos que haya habido necesidad de una internación por probemas de salud, donde habrá estado con su familia.

Entonces, quienes ya conocieron ese vuelo no quieren de ningún modo volver al nido. En un principio, se habrá disfrutado de morigerar los madrugones, de escuchar la voz estridente de ciertos adultos del Sistema, de no tener que dar la cara frente a cuestiones, entre otras. Pero la cara mediatizada complejizó muchísimo la realidad infantil, como no podían ir a la escuela, la escuela se metió en las casas. Se coló por todos los ambientes, hablando en voz baja para que el docente no escuche gritos, habituales en la convivencia. Tampoco se podía poner música o hacer ruidos que interrumpan "la clase". Se fantaseó como ideal la posibilidad de un ambiente aislado para quien presencie una reunión virtual ¿Y la soledad? ¿Es lo mismo el compañero en un cuadradito al lado del preceptor o directivo?

No, sin duda que no. La ausencia de "paridad" probablemente sea lo que más extrañaron, que se "vive" conviviendo.

viernes, 22 de julio de 2016

Otra vez el DOLOR

Tengo una herida tan profunda en el corazón…. palpita de dolor mi alma. Sentimientos conocidos que parecen resurgir frente a ciertos estímulos que nadie quiere volver a tener. ¿Cómo será el dolor desgarrador? ¿Cada vez que aparece, como en un juego de espejos, despierta aquellos otros motivos que en la historia personal despertaron esta escisión?
No es angustia, y vuelve el detalle por etiquetar cada sensación para poder entender lo inentendible, asir lo inabordable. Es dolor, puro y claro, lacerante y perpetuo. Sí, no termina porque cada vez que ocurre una desgracia despierta como un viejo monstruo que va tomando todo de nosotros. Levantarse de la cama a la mañana es una tarea ciclópea porque la vida pesa. Sí, pesa mucho andar con este descarnado encima.
Otra vez intentar comprender o saber cómo hacer para convivir con esto…. ¡Basta! Y entonces la Razón hace entender que hay otros con más padecimientos, que aún sonríen. Sin duda el propio no aminora, pero hace que una fuerza desconocida haga de resorte para seguir y seguir…
¿Duele más el dolor ajeno que el propio?
Sí, acompañar el padecimiento de la generación que nos precede es… Terrible. Los años vividos nos posicionan más fuertes ¿sólidos? frente a la adversidad. Y surge la sin razón de preguntas del ¿por qué a él? Si en sus cortos 27 ya sufrió la pérdida de su amada madre, en un calvario que habrá percibido como eterno. Vuelve… Otra vez un cerebro Amado dañado…., otra vez la recuperación… otra vez la expectativa por un futuro más que incierto…. Otra vez.
¿Por qué? Sin duda el tiempo dará pistas de alguna respuesta, pero Hoy… cómo duele, lacera, parte, sangra y duele. Cómo duele hoy.

Pipe te AMO

jueves, 21 de abril de 2016

Cómo vivir sin Whatsapp y no morir… al volveeeerrrr

Un mes antes de terminar el 2015 ¿perdí? el celular. El despiste inhibe de acusar a un amigo de la ajeno. Parece que detectan a quienes andan en y con muchas cosas, y a la hora de pagar en la caja de un super, sacamos un poco lo de la cartera y se ve que no todo vuelve. Eso ocurrió el año pasado. Lo tomé como desafío ¿cómo será? Nunca dudé de la posibilidad, se puede sin duda, pero ¿cómo?
Fue un verano bello, bellísimo, de mucho trabajo: el cierre de una tesis de posgrado, más allá de coordinar con quienes había que entrevistar, la actividad no demandaba el WA. Con llamadas y… "mensajes de texto" se pudo. Ahí valoré tanto a quienes se sometieron al robo de las empresas de telefonía celular, que cobran cada envío (al principio eran gratis, como WA, pero ahora nop). Sin duda que los intercambios se redujeron, y mucho. Pero como siempre, estas situaciones decantan. Mi cercanía al medio siglo hace que varias decantadores se hayan presentado en cada década, sin embargo los tamices siempre son buenos.
Si recuerdo bien, hubo un solo reclamo de alguien querido "Eh… estás desconectada, ahora no sabemos nada de vos". El número de teléfono nunca cambió (sí el aparato, anduve con un pequeño Nokia antediluviano que, más allá de la nostalgia, me obligaba a medir la necesidad de cada mensaje por lo incómodo del teclado).
"A lo fácil nos acostumbramos rápido, lo difícil es al revés", frase popular absolutamente corroborada en estos meses. Cuando surgieron los mensajes de texto, estábamos maravillados y nadie cuestionaba cuántas veces había que apretar una tecla para que aparezca la "Z". En el verano, de tan insoportable ese viejo teclado, reducía el envío de mensajes a los imprescindibles. Así fue que me independicé tanto y eran más las quejas del entorno que mías. Debo una disculpa a mis hijos, de cuyos WA abusé: "avisale a Papa…", "preguntale a tu hermano a qué hora vuelve", "¿Comen en casa?" y tantas otras que estaban incorporadas por la existencia del WA. Cuando estaba sola me adaptaba más a ciertas incertidumbres e, insisto, en caso extremo mensaje de texto o llamadas.
Ahora, vuelta al mundo wasapero, noto tendencias previas a la pérdida del celu y es casi inconsciente cómo le damos tanto espacio a esta conexión, que no es comunicación. Estoy en batalla con esos hábitos incorporados para darles sentido y organizar el día con autonomía de tanto que leemos ¿cuántos son necesarios? Es cierto que al abrir y ver los redondelitos verdes, automáticamente pispeamos, no sé si por curiosidad, ansiedad o dejarlo "limpio" para no sumar otro pendiente para después. En momentos de mucha actividad, me organizaba y los leía cuando podía, decisión que no ingresa en la mentalidad juvenil que le parece geronte la falta de instantaneidad. Pues seré una anciana de 48 pirulos, ningún problema. Comparto aquellos buenos momentos en que administraba de ese modo la lectura, volveré. Ya se me pasó la "novedad", me da más ternura que risa, cuando me dicen "¡Ah! Volviste", como si me hubiera ido. Ni de vacaciones salí, tuve la dicha de concluir aquel trabajo.
Ahí está, la confusión de creer que un espacio virtual es otra cosa: ¿plataforma de pertenencia? ¿lugar de socialización? ¿conteo de aprobación?. Una señora inteligente me mostró casi en paroxismo cuántos grupos tenía, administraba y que cómo hacía para no volverse loca con esa realidad: creo que el estado de cordura no depende del WA ¿no?
Otra vez decanta, las TIC no hacen más que patentizar cuestiones que existían per se. Es muy probable que la hiper conectividad haga despertar la ansiedad, inseguridad y tantas características humanas. En vez de potenciar lo negativo, ¿por qué no utilizarlas para VER? Detectar estos aspectos que inhiben la autonomía y determinación para corregir, modificar hábitos, digo.
Yo estoy en ese proceso, en ordenar prioridades. No encontré un sonido distinto para detectar los mensajes de mis más queridos,  pues silencio el resto y los miro cuando puedo y QUIERO. ¿Acaso hay obligación de responder todo? Una madre de un compañero de mi hijo se despechó porque no respondí ¿cómo sintetizar por ahí qué pensamos del consumo de alcohol en reuniones adolescentes?
Creo que no se analiza al WA como medio de comunicación, se lo utiliza y ya. ¿Se puede decir seriamente que una pareja se rompe porque existe WA? Un matrimonio no tambalea por los mensajes, son ellos los que decantan, aceleran un proceso que ya estaba iniciado. Hasta se publican titulares de si es correcto revisar (verbo más de la docencia que de la familia) el correo o WA del marido.

¿Y el valor de la intimidad?  Bueno, este concepto amerita otra columna, en la era de la hiper conexión ¿dónde queda el Yo? Los adolescentes ya construyen subjetividad con la aprobación virtual…. Difícil.

lunes, 28 de marzo de 2016

Necesidad de Josés Troilos

La clave fue conseguir un trabajo, después vino la casa

Una empresa de transporte decidió darle una oportunidad y hoy tiene personas a cargo.

La casa de Jorge, ubicada en un barrio de Gregorio de Laferrère, es de material y no tiene nada que envidiarles a las de sus vecinos. "Nos estamos equipando", asegura Jorge con una sencillez que conmueve. Está buscando lugar para ubicar el lavarropas, el secarropas y otros tantos elementos que parecieran habituales, pero que empezó a adquirir cuando alcanzó la estabilidad gracias a su sueldo.


"El trabajo para mí es muy importante", dice Jorge, cuyo currículum sorprendió a Ricardo Pato, responsable de Familia con Dignidad, un programa de la Universidad Católica Argentina (UCA) que acompaña el proceso de reinserción. "Es un emprendimiento que se propone generar inclusión social, particularmente familias en situación de calle", explicó Pato.
Hace más de un año y medio que Jorge trabaja en Transporte Ideal San Justo SA, en donde es encargado de limpieza y tiene diez personas a su cargo.
Al empezar no fue fácil, porque sólo consiguió alquiler en zona sur, es decir, a unas tres horas de viaje para ir y otro tanto para volver. Pasó la prueba, se pudieron mudar a Laferrère y llegó el ascenso.
El pasado no importa
José Troilo es vicepresidente de Transporte Ideal San Justo SA y parte de la red generada para conseguir trabajo. "Nosotros necesitamos mano de obra competente, el pasado no inhabilita a los empleados", expresa con profunda bonhomía.
Troilo dice que el fragor de la exigencia diaria hace que algunas veces los problemas de los empleados sean malinterpretados como incumplimientos: "Los tiempos empresariales no dan margen a veces para escucharnos", lanza quien está a cargo de 900 personas.
-¿Habías trabajado antes en relación de dependencia?
-Sí, calculo que esa experiencia previa me ayudó a ubicarme nuevamente. Llegué a ser operario metalúrgico calificado, tenía oficio dice Jorge.
El miedo a volver se transforma en impulso para perpetuar lo conseguido. Para sacar el mejor provecho de aquella dura prueba y transmitir a sus hijos lo aprendido.
"¿Sabés lo que es para nosotros tener la heladera llena?", dice Jorge, que en algún momento buscó comida para sus hijos en la basura.

Cómo colaborar

Familia con Dignidad:  familiacondignidad@gmail.com

Salir de la calle: el drama de los que luchan para conseguir un techo.

Jorge Ifrán vivió durante un año en una plaza de Barracas junto a su mujer y sus dos hijos de 5 y 3 años; cartoneaba para sobrevivir hasta que llegó a un parador del gobierno porteño, donde una fundación lo ayudó a encontrar un trabajo


La fuerza de Jorge Ifrán es arrolladora, contagiosa como su sonrisa. Diferentes obstáculos lo llevaron a vivir en la calle durante un año, junto a su mujer y sus dos hijos, de 5 y 3 años. En marzo de 2014, decidió llamar al 108, línea directa del programa Buenos Aires Presente (BAP) del gobierno porteño. "Era una noche de lluvia, había armado un refugio con cartones (utilizando como estructura los aparatos para hacer gimnasia de la plaza) para que no se mojara mi familia", recuerda hoy sentado en el patio de su casa. Esta palabra tan habitual, marca un antes y un después en su vida.
"Situación de calle" es el término más utilizado para nombrar a aquellos que no tienen una vivienda: significa que se "habita" en las calles, lugar anónimo y de alta exposición. Gracias a la ayuda de Familia con Dignidad, un programa de la Universidad Católica Argentina (UCA) que acompaña el proceso de reinserción de personas en su situación, Jorge pudo salir de la calle, conseguir un trabajo en una empresa de transporte y vivir en una casa en Gregorio de Laferrère, La Matanza. Hoy, a los 38 años, se anima a contar su historia
-¿Cómo se llega a la calle?
-En mi caso fue paulatino, cada vez se complicaba más la situación habitacional. Los alquileres que no requieren garantía, que se arreglan de palabra, no se resuelven muy pacíficamente siempre. A la hora de "rescindir", no se informa por telegrama, pueden recurrir a la maldad o a la violencia.
-¿Entonces vivían con ese riesgo cotidiano?
-No, cuando la situación económica se hizo más difícil, Sabrina, mi mujer, se fue con los chicos a vivir a lo de una familia amiga. Ya sólo y en un ámbito tan adverso, un día tomé la decisión de irme. No sabía a lo que me enfrentaba, pero sí tenía claro que no podía vivir más como lo estaba haciendo. Trabajando en forma tan irregular, con gente más allá de los márgenes, acostumbrado a ver en mi entorno el uso de armas de fuego, adicciones y vínculos nada saludables.

-Sin embargo, la calle también es el "margen".
-Sí, pero ahí estaba solo, enfrentándome conmigo y mis propios límites. Pero después Sabrina se vino con los dos chicos, que en ese momento tenían 5 y 3 años. Quizás el hecho de estar todos juntos me impulsó a reaccionar, si bien cada vez que pensaba, y lo hacía permanentemente, no encontraba una salida. Era desesperante.
-¿Ofrece alguna posibilidad la calle? ¿Existe la solidaridad entre quienes están en la misma situación?
-Haber vivido allí durante un año demuestra que sí las hay, pero para sobrevivir, pasar el día y la noche. Se empieza siempre de nuevo, la carencia de un techo hace que no se pueda planificar ni guardar ni conservar nada. No diría que hay solidaridad, a lo sumo algunos códigos de respeto, pero el robo es moneda corriente.
-¿Y las ranchadas?
-Bueno, se puede compartir con alguien, pero no tiende a prolongarse. Cuando recién empezaba estaba con un muchacho que hacía tiempo vivía así y compartimos mucho. Me enseñó a defenderme, pero cuando no hay mucho para compartir se hace difícil. Quizás un peatón vea un grupo, pero en realidad dura el contenido de una botella o el tiempo de algún cigarro, después cada uno sigue buscando medios de subsistencia por su cuenta.
-¿Cada noche buscaban un lugar diferente o tenían un punto fijo?
-Nos instalamos debajo de un palo borracho en una plaza de Barracas, se marca territorio en la calle. Prefería estar ahí que en un banco, que también tienen sus ocupantes nocturnos permanentes. Sentía el cobijo, hasta las espinas del tronco daban protección, ahí se podía enganchar la frazada, así se marca el "sector". Son los códigos de la calle, donde se instala alguien se respeta.
-¿Cómo te higienizabas en la calle?
-Siempre estuve limpio, dentro de las posibilidades. Si estás muy desarreglado se hace cuesta arriba la relación con la gente, se asusta y te rechaza más. Usaba el fondo que queda en las botellas de shampoo, compraba hojas de afeitar, un pedazo de vidrio hacía de espejo y el agua de una canilla, de obra. Cuando conseguía ropa, lavaba la puesta del mismo modo, y compraba o rebuscaba jabón y la secaba en el banco de la plaza.
-¿Cómo te veía la gente? ¿Te sentiste discriminado alguna vez?
-Había de todo, algunos te tratan mal y te mandan a laburar, otros intentan ayudarte. Un 25 de diciembre una señora me dio un plato de lechón y una gaseosa en su casa. No me animaba a comer frente a ella y me lo llevé, no veía la hora de doblar en la esquina para hincar el diente y saciar el hambre.
-¿De qué vivían?
-Yo había empezado a cirujear antes, cuando dormía en ese cuarto del que debía cuotas de alquiler. Es un buen rebusque, porque se obtiene dinero de los desechos de otros. Pero la verdad es que cansa más que el rédito que se obtiene, es caminar y caminar todo el día con resultados inciertos. Vas conociendo las esquinas, negocios y grandes generadores de residuos. Algunas personas te acercan comida sin que les pidas. Jamás mendigué plata, sí comida. También Sabrina se ocupaba de cobrar la Asignación Universal por Hijo. Ahora ya no tenemos necesidad porque yo tengo trabajo.
-¿Cómo fue tu paso por el Centro de Inclusión Social Costanera Sur?
-Llegar allí fue el principio del cambio. Al cobijo y la alimentación se sumó el apoyo profesional, son equipos de dos que trabajan con quienes ingresan; todavía sigo en contacto con ellas. Mi hija menor, concebida allí, se llama Luciana Rocío, en homenaje a Luciana (psicóloga) y Rocío (trabajadora social) del Centro. También colabora ahí la gente de Familia con Dignidad de la UCA y me acompañaron en el proceso de inserción laboral. Mis hijas empezaron a ir al colegio. Se inició así un proceso que sigue al día de hoy, porque no es sencillo cambiar hábitos, modificar un estilo de vida.

-¿Te moviliza ver hoy gente en situación de calle?
-Sin duda, despiertan muchos recuerdos.

http://www.lanacion.com.ar/1871952-salir-de-la-calle-el-drama-de-los-que-luchan-para-conseguir-un-techo

viernes, 5 de febrero de 2016

Con los chicos NO

Una ley que implementa la Convención de los Derechos del Niño y Hogares que se cierran, conforman una panorama difícil de comprender.

Más allá de las divergencias ideológicas o posicionamientos políticos, hay un acuerdo social implícito que trasciende la diversidad de miradas, la niñez. "Los niños primero", "Con los pibes no" y  tantos posibles slogans, apelan a un denominador común, que el grupo etario de la infancia es absolutamente prioritario. Tal es el acuerdo, que Estados Unidos es el único país que no ratifica la Convención Internacional de los Derechos del Niño. La reforma constitucional de 1994 elevó a rango constitucional  la convención y la ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de la Infancia, sancionada y promulgada en 2005, incorporó a la jurisprudencia argentina un instrumento de elevado nivel institucional.
"Cuando se promulgó la ley de Protección Integral, en la provincia de Buenos Aires había más de 10 mil Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA) sin cuidados parentales", expresó Sebastián Gastelu, Subsecretario de Promoción y Protección de Derechos de la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia. "Según informa Unicef, hoy rondan los 5900", se entusiasmó.
NNyA sin cuidados parentales hace referencia a quienes por diversos motivos no pueden estar con sus familias, han sido pasibles de una medida excepcional. La característica de esta medida es considerarla el último recurso, a través del Sistema de Protección Integral (con la pluralidad de quienes lo componen) se busca resolver problemáticas evitando el alejamiento de la familia. El nuevo paradigma en infancia pretende la individualización de la singularidad evitando la masividad de los hogares que despersonaliza. Por eso la tendencia, cuando corre riesgo la integridad del NNyA, es no alojarlos en grupos mayores de quince. Esta institucionalización, que apunta a la transitoriedad, puede darse en un hogar convivencial o familia de acogimiento.
Por qué
Las principales causas por las que se toman este tipo de medidas en la provincia de Buenos Aires son violencia familiar, abuso sexual y abandono. Los egresos se logran por la re vinculación familiar (se recurre a tíos, abuelos y otros seres queridos), adopción o por alcanzar la mayoría de edad, 18 años.
Algunos de los 5958 NNyA que no viven con sus familias, están alojados en el Hogar de la Asociación Miguel Máximo Gil en Chacabuco. "No existe una política para niños unificada", aseguró Norma Gil, fundadora y directora del Hogar. "La ley vigente, al descentralizar, promueve que cada municipio aplique un criterio particular, cuando en realidad se necesita uno que unifique el modo de trabajar con los chicos. Se burocratizó la justicia aplicada a niñez", enfatizó. Así como acepta que antes de la aplicación de la ley, los juzgados de menores pensaban más en los padres que en los chicos, considera que hay demasiadas instancias hasta llegar a la justicia.
El caso de un bebé internado en el hospital de Chacabuco desde diciembre, confirma su posición. En enero último fue re hospitalizado como consecuencia del maltrato de su madre y desde entonces no se ha tomado una medida resolutoria. Después de dos meses (excedido el plazo necesario desde el punto de vista sanitario) sigue internado para comenzar a re vincularse con la madre. Se pregunta Norma Gil si un hospital es el mejor lugar para un bebé de meses, cuando su estado de salud no lo requiere.
Muy distinto es el caso de Moreno, donde "el Sistema de Protección Integral funciona muy bien", para Víctor Baigorri, director del Comedor Infantil y Casa del Niño San Martín de Porres. "Articulamos acciones con muchos organismos, el Banco Nacional de Alimentos, la Fundación Sí, la escuela y el jardincito, el Centro de Atención Primaria, otro comedor del barrio, el Rotary Club  y el municipio". Este gran arco de protagonistas, trabajó en conjunto para concluir la vivienda de una familia a la que se le incendió la casa. "Fue tremendo, en el incendio murió la madre y uno de los hijos. El padre y los tres niños que sobrevivieron se alojan transitoriamente en un Hogar del Rotary en Moreno", agregó Baigorri. Se realizó un festival para recaudar fondos y con la colaboración de las organizaciones mencionadas, podrán mudarse a la nueva casa. La mesa barrial, integrada por los actores mencionados, del Barrio Santa Paula, en Moreno, se reúne periódicamente para buscar soluciones integrales a los problemas.
A nivel nacional, la mayoría de la población sin cuidados parentales son adolescentes (45%) mientras que el 29% tiene entre 6 y 12 años, y el 26% son niños y niñas de entre 0 y 5 años. En la provincia de Buenos Aires tienen hasta 17 años algo más de 4 millones y medio de ciudadanos, el 0,13% vive alejado de su familia, 5958 NNyA.
Censo de Hogares
"Es menor la cantidad de niños y niñas que ingresa al sistema y menor la cantidad que permanece en él. Intentamos despejar fantasmas, acabar con los prejuicios, poner en crisis la discriminación y eliminar el autoritarismo hacia los niños y las niñas que viven sin el arrope de sus familias. Que la ultima ratio no sea la única oportunidad que justifique la sinrazón" declararon en el prólogo las Dras. Sardá y Graham de la SENNAF.
Los resultados cuantitativos que arrojan las políticas públicas, sin duda son insumos imprescindibles a la hora de corregir o persistir con ciertas iniciativas. La ley provincial 13.298, se acomodó a la exigencia de la legislación nacional que demanda la descentralización y está vigente desde el 2007. De esta manera, la administración más cercana al territorio directo, el municipio, desarrolla acciones de promoción, protección y restablecimiento de derechos, convocando la participación activa de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que trabajan con la infancia.
Co responsablidad
"El concepto de co responsabilidad involucra a muchos actores sociales", explicó el funcionario, "la Secretaría de Niñez y Adolescencia, es la autoridad de aplicación de la ley 13.298". Para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de los derechos, se apunta al fortalecimiento de las familias, que también conforman el Sistema de Protección Integral.
Sistema de red
El Sistema de Protección Integral está compuesto por los organismos que conforman los ministerios mencionados (policía y juzgados, escuelas, hospitales y Centros de Atención Primaria) como así también las OSC, las familias, referentes sociales y los integrantes de la comunidad. El objetivo es incorporar el nuevo paradigma de Infancia en todos los ámbitos en los que pueden involucrarse los NNyA. Cada vez son más los teóricos que investigan la problemática de infancia, por ejemplo el especialista Eduardo Bustelo piensa en la posibilidad de "otro comienzo". Trasciende el contexto socio económico para adentrarse en cuestiones más filosóficas del lugar que ocupa el inicio de la vida en una sociedad. Propone pensar la infancia como una categoría social capaz de re-crear un proceso que interviene en la continuidad del mundo adulto pero que debe ser protegida. Interpela a quienes trabajan con la infancia: psicólogos, pedagogos, educadores, abogados, jueces, policía, OSC y trabajadores sociales confrontándolos con la ideología de la compasión.
Los actores mencionados se encuentran en la Red de Protección Integral, "la corresponsabilidad en el tratamiento de la problemática es fundamental", remató Gastelu. En mayo próximo se cumplen dos años del Acta Acuerdo de la Sesión realizada por el grupo de trabajo interministerial que, entre los consensos, estableció la elaboración de una Guía de orientaciones y recursos. Ese material, hoy no sólo circula por todos los ámbitos de influencia, sino que es una gran referencia para cualquier trabajador que esté involucrado con la infancia.
Zonales y Locales
"El servicio local atiende toda la población de NNyA del partido de Pilar que sufran situaciones de vulneración de derechos", manifestó Soledad Iraizoz, responsable del área. "Las jurisdicciones son por Partido y la de los Zonales coinciden con la de los distritos judiciales". Es decir que en la provincia de Buenos Aires existen hoy 23 Servicios Zonales y 124 Locales. Si en total hay 135 municipios, sólo resta que adhieran a la legislación once distritos. La incorporación gradual responde a la impronta federal de la ley 26.061 que invita a cada jurisdicción a organizarse según su realidad.
Paradigmático resulta el caso de Quilmes, además de su propio municipio, cubre Florencio Varela y Berazategui desde el 2007. Ninguno de estos municipios tiene Servicio Local, sólo un Área de Atención de Casos.  La precaria institucionalidad complejiza los procesos de gestión porque hay acción directa de la provincia y se necesita la articulación municipal. La violencia como primera variable de vulneración de derechos, iguala a Quilmes y Pilar: " Abuso sexual infantil y violencia familiar son los problemas que atendemos con mayor demanda", reveló Iraizoz desde Pilar. En sintonía con lo manifestado, Gastelu reconoció que actualmente hay un incremento de la violencia, como así también "más recursos para interpelar, ahora tiene mayor visibilidad".
Integrantes del equipo técnico del Zonal La Plata enfocaron en cuestiones de salud mental y adicciones: "cada vez más en chicos más pequeños, falta respuesta del Ministerio de Salud". Consideran que la dificultad radica en encarar el problema desde la lógica de la antigua ley que suponía que todo lo referido a infancia debía ser resuelto por el área de Niñez exclusivamente. "Todavía no se incorpora la idea de corresponsabilidad , como así tampoco la de Sistema de Protección y Promoción". Aluden directamente a la Red de Protección Integral, como su nombre lo indica, diversos nodos deberían sumar aportes articulados y no disgregados. "Acá en La Plata los Servicios Locales no pueden realizar  el seguimiento de los casos que llevan y muchos de los chicos que ingresan a instituciones no son lo suficientemente acompañados", evaluaron a partir de la supervisión que realizan como ente provincial. "Este año se retoma el trabajo en territorio con los Centros de Día para realizar tareas de promoción".
Así como La Plata trabaja con nueve partidos (a su vez el Servicio Local La Plata descentraliza la tarea en siete barrios), el Servicio Zonal de La Matanza sólo cubre ese distrito. "Faltan recursos, a veces se dificulta la conexión a internet (fundamental para el REUNA)", comentó Bárbara Trulls, responsable del Zonal La Matanza. "Contamos con un excelente equipo técnico, el personal tiene mucha vocación y está muy comprometido con el trabajo".
Gran conformidad existe también en el Zonal Tandil, que comparte sede con el Servicio Local, construido con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). "Juárez, Rauch y Tandil están trabajando muy bien con los equipos de trabajo completos y buena presencia en territorio", se enorgulleció María Marino, responsable del Zonal. "La acciones para restituir derechos están relacionadas a la práctica cotidiana, siempre con la mirada puesta en los niños e intentando que el alejamiento de la familia sea una medida excepcional. Tandil trabaja mucho con programas de prevención tales como Centro de Día o Envión".
El deporte es un gran promotor social, el Virreyes Rugby Club promueve la integración, el acceso a los bienes sociales y el bienestar físico y mental de sus jugadores a partir de la enseñanza del rugby y la educación en sus valores. "Los chicos encuentran en el Club ese lugar donde tienen nombre y apellido, donde son reconocidos como personas únicas e irrepetibles, donde reciben salud y educación pero antes que eso reciben Amor, porque el Deporte es todo pero antes es amor", sintetizo Marcos Julianes, vicepresidente de la entidad.
Para desarrollar programas educativos tendientes a lograr la permanencia de sus miembros dentro del sistema educativo formal y el acceso a la educación universitaria, forman parte del Sistema de Protección Integral. "La Provincia estuvo cerca nuestro al principio con el Programa Adolescentes, y luego con las Unidades de Desarrollo Infantil", compartió Julianes. "Para nosotros esa ayuda es vital pues nos permite estar muy cerca de nuestros chicos con un sistema de tutores que resulta muy efectivo para retenerlos en el club y en la escuela. También tenemos la visita periódica de la gente del Municipio de San Fernando con quienes trabajamos coordinadamente. Recibimos también un subsidio para indumentaria a través de la Secretaría de Deportes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación".
Los resultados del trabajo articulado son contundentes: en el club todos los chicos están escolarizados y concluyen la Escuela Secundaria. "Por el tipo de abordaje integral que hacemos, los resultados son medibles objetivamente. Todos los chicos desde los 15 años tienen su chequeo médico exhaustivo para jugar torneos oficiales  de rugby (análisis de sangre, placas, eco cardiograma, electro, clínico) y genera nuevos lazos comunitarios y sentido y valor en las trayectorias personales de sus jugadores".
El carácter federal de la ley 26.061 y la promoción de la territorialidad de la ley provincial, se nutren con el Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia. Integrado por la máxima autoridad en Niñez de cada provincia, este órgano deliberativo y consultivo  planifica  políticas en todo el territorio, teniendo en cuenta y trabajando desde las distintas realidades del país.

I
R.E U.N.A.
El Registro Estadístico Unificado de Niñez y Adolescencia (REUNA) es un sistema de registro nominal descentralizado en los municipios que permite contar con un diagnóstico certero sobre el verdadero estado de la situación de NNyA con derechos vulnerados. Los legajos digitales que se generan no necesitan imprimirse y se puede acceder a ellos desde cualquier punto del Sistema. Es decir que si a una niña ingresa a un Hogar Convivencial en Quequén,  después de varios años se muda y se vuelven a vulnerar sus derechos, la dependencia del nuevo destino accede desde la computadora del Servicio Zonal a aquel legajo generado en el Zonal de Necochea.

II
Redes que crecen
La conformación del Sistema de Protección Integral involucra a la comunidad toda. El estatuto del Consejo Local de Promoción y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Pilar, especifica en su estatuto quiénes lo conforman: a lo mencionado en todos los instrumentos jurídicos, se suman organizaciones comunitarias relacionadas al deporte, la producción, el empleo y la cultura. Incluso queda abierta la convocatoria a todos los interesados en comprometerse con los derechos de la infancia
Su nivel de organización permite que hace tiempo ya, vengan haciendo declaraciones públicas. Al concluir el año último, publicaron una carta en un medio local manifestando que "la baja en la edad de punibilidad se propone como salida a la aún precaria implementación de políticas de infancia, ya que de tener una aplicación plena, los niños, niñas y adolescentes estarían estudiando y/o trabajando y no tendrían conflicto con la ley penal".

III
Estructura política
El Estado provincial cuenta con 17 Hogares oficiales, 7 Casas de Abrigo con cien vacantes y diez programas: de Abordaje Múltiple, Servicio de Atención Terapéutica Integral, Centro de Tratamiento y Atención Integral, Servicio Educativo de Apoyo Escolar Externo "Puertas Abiertas", Servicio de Asistencia Familiar, Centro Terapéutico Diurno (CTD), Programa de Autovalimiento en la Crianza, de Autovalimiento Juvenil,  de inclusión social "Barrio Adentro" y el Programa de Becas Niñez.
El CTD es un espacio de talleres terapéuticos de estimulación y trabajo grupal, también brinda asistencia y capacitación a instituciones . Realizan supervisión y asesoramiento a equipos técnicos. Quienes trabajan en los CTA buscan sedes donde poder desarrollar las actividades, como un jardín de infantes o la casa de algún referente social. El presupuesto es tan magro, que en más de uno los paupérrimos ingresos se evanecen en alimentos sin llegar al objetivo real de los CTD. Coherente con la solidaridad que caracteriza a los vecinos, la generosidad de la comunidad solventa económicamente más que el Estado. En algunas oportunidades por el aporte concreto de alguna OSC y las más de las veces, la colaboración y donación espontánea.

IV
Hogares
Uno de los mayores inconvenientes que afrontan los Hogares Convivenciales de la provincia de Buenos Aires es presupuestario. El encuentro con Gastelu coincidió con el pago del último bimestre del 2013. Así lo manfiestó la directora del Hogar San Cayetano de Pilar donde viven 14 niños que reciben $1500 mensuales cada uno. En febrero se pagó noviembre/diciembre y es una situación inusual porque han tenido que esperar hasta seis meses para recibir las becas provinciales.
La representación legal del Hogar mencionado es de Cáritas Parroquial y cada caso es distinto. "Con los hogares se trabaja muy articuladamente", compartió Iraizoz, "el egreso se comienza a trabajar apenas ingresan. Realizamos visitas periódicas y mantenemos entrevistas con ellos a los efectos de conocer cómo atraviesan la institucionalización, disminuir el nivel de incertidumbre y articular con los referentes de los hogares y sus equipos técnicos". En Pilar funcionan tres hogares:  El Milagro, San Cayetano y el Jagüel de María. Evidentemente el compromiso de la comunidad permite que se puedan sostener, volviendo a recurrir a la sensibilidad de los vecinos, variable realmente lejana de una política pública que se precie.
Muy distinto es el caso de San Miguel, el Servicio Local (dependencia municipal) denunció al Zonal San Martín, con quien debería articular para defender los derechos de NNyA. La justicia ordenó un allanamiento porque el director del Local Norberto Cristian Pedroso solicitó al Juez de garantías que "se le autorice a gestionar las vacantes, en los Hogares Convivenciales en el territorio de San Miguel". Esta carencia "habría impedido la ejecución de las medidas de abrigo, ya dispuestas", es decir que no podía alojarse a NNyA que necesitaban albergue, medida dictaminada por la Justicia. El Juez de Garantías nro. 5 de San Martin, Mariano Grammatico Mazzari fue quien intimó y ordenó el allanamiento del Servicio Zonal San Martín.
Secretaría o Ministerio
En cuanto al pago de las becas, surgió divergencia a la hora de evaluar el estado de la situación. Se coincidió en que no están sistematizados los pagos, sin embargo, varios responsables de Hogares consultados, acordaron en que desde hace un tiempo se comienza a regularizar. Sin embargo la mayoría se quejó porque hace cuatro años que se cobra la misma beca y, sumado a la falta de periodicidad, se hace muy compleja la manutención de los hogares. La Casa del Niño de Monterrey, en Derqui por ejemplo, está por cerrar el Centro de Día que alberga a cien chicos. Pierden la posibilidad de recibir cuatro comidas, contención y efectivo acompañamiento escolar. La regularización coyuntural de los pagos, proviene de la Secretaría de Niñez, coincidiendo la gran demanda al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.
La Casa de los Niños “Madre del Pueblo”, la Casa de los Bebés, la Casa Joven y la Casa de los Niños “Chispita”, que atienden diariamente a 250 niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, no abrieron sus puertas en lo que va del año a raíz de la deuda que el Estado provincial mantiene con las organizaciones que se ocupan de la protección integral de la niñez, entre ellas, la Obra fundada por el Padre Carlos Cajade hace casi tres décadas.
"Hoy el sistema de protección de la niñez atraviesa una situación crítica por el vaciamiento presupuestario y las organizaciones en las que el Estado delega esa función primordial", publica "La Pulseada" revista digital de la Obra del Padre Cajade. "Ya no tenemos más recursos para cumplir con las obligaciones alimentarias, sanitarias, educativas y recreativas de los pibes de nuestros barrios. Esta alarmante situación consta en la denuncia que presentamos en septiembre (2013) junto a 50 organizaciones de la Provincia en el juzgado en lo contencioso administrativo Nº 3. En esa presentación, que obra en un expediente de once cuerpos, se demuestra cómo actualmente el Estado lesiona “con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta, los derechos constitucionales, individuales y colectivos, de niños, niñas y adolescentes, e instituciones dedicadas a la protección y promoción integral de los derechos de la niñez y adolescencia”.
"Los montos del Programa de Unidades de Desarrollo Infantil (UDI) deben abonarse por anticipado, si bien hace años el gobierno provincial ha naturalizado el hecho de pagar “a bimestre vencido”, continuó el presidente de la Obra y sobrino del fundador, Daniel Cajade. Más allá del Ministerio o la Secretaría de Niñez, ambas dependencias son el Estado Provincial y a la hora del balance, la falta de garantía del Estado eclipsa si depende de una instancia u otra. Los niños: como últimos privilegiados, parafraseando un lema legendario en política pública de infancia.

V
Cada vez menos

"Había más de 200 hogares y ahora hay 160 o 162, muchos se transformaron en Centros de Día y otros, ahogados por las deudas, cerraron sus puertas", se indignó Gustavo García del Hogar Don Bosco de La Plata y coordinador de la Red de Hogares de la provincia de Buenos Aires. A la cautelar presentada en San Miguel y el cierre de la obra del Padre Cajade en La Plata, se suma el Hogar Emanuel de Necochea que cerró hace tres años. "Fue mucho sufrimiento, empeñé hasta lo último que tenía para mantener a los chicos", confesó Mónica Giudici. Adoptó a los ocho niños que vivían en ese momento en el Hogar. Después de más de 20 años de batallar por el pago de las becas, decidió abrir su familia y cerrar el Hogar.

Artículo elaborado en enero 2014