lunes, 19 de diciembre de 2011

Cómo duelen nuestros muertos

Me mudé hacedos semanas (un poco más en realidad, lo siento como ayer), como para todos, termina el año con la cantidad de cierres que se presentan: mi hijo menor terminó un ciclo escolar, actos y celebraciones que hacen balances frente a otra terminalidad más...
Hace un rato, saliendo de la ducha (el agua sobre me cuerpo siempre ha sido inspiradora, muchas claridadees aparecen ahí, como si limpiase) pensé en escribir algunas palabras para antes de la comida de Nochebuena y de repente me largué a llorar: extraño tanto como el primer día a mi hermana. Mepa que por primera vez entiendo la nostalgia de diciembre (rapidita, 44 diciembres vengo viviendo...), la escucho desde que tengo uso de razón "hay gente que se ponde triste en las Fiestas". Siempre me resistí a ser de esa legión, y aún batallo.
¿Por qué en Navidad aparece todo de repente? ¿No se hacen balances durante el año? (en mi caso más de los que quisiera, estaría juntarlos todos en una sola oportunidad, si bien tienen que ver con la reflexión). ¿Qué hace tan especial esta fecha que parece que todas las ausencias se imponen? No son fantasmas como los que hace poco vi, son agujeros, falencias, carencias: quizá por recuerdos puntuales de la época, en mi caso es el pedazo que me falta siempre.
Cómo duele vivir sin ella, cada segundominuto, momento o circustancia. No sé si algún día aprenderé a su falta, aún la necesito mucho, creo que tanto como siempre. En honor a su huella y maravillosa estampa he de recordarla con alegría, con una sonrisa. Si bien sigo aprediendo que uno debe aceptar los períodos sombríos como parte de la vida (sino cuando llega la luz no es tan diáfana), su recuerdo es grandioso.
Hace poco mi hijo menor la recordó y alguna lágrima lo surcó, como consuelo pensé que su huella ha sido tan profunda que todos los que la conocimos tendremos siempre su presencia, la estela que nos dejó siento que no se  borrará jamás.
Te quiero Barbie, te extraño más y en tu honor intento vivir cada día como se merece.
Como diría Pipo Cipolatti "nos volveremos a ver" (con ritmo de canción).

domingo, 13 de noviembre de 2011

Kristeva II

El domingo pasado, 6 de noviembre, la revista del diario La Nación (lanacion.com) publicó una entrevista a Julia Kristeva. De ahi surgió mi último escrito y lo continúo pensando no sólo en los alumnos que enfrento cada semana, sino en la "adolescencia" genérica.
Ante todo considero que culpar, estigmatizar, responsabilizar a la juventud es un profundo acto de cobardía, o para una lectura más primaria, falta de autocrítica. El púber/adolescente que enfrenta esta nueva etapa, es un ex niño que sale de un lugar, en el mejor de los casos, protegido y cuidado. Es casi casi un choque de culturas, la de la casa y la del mundo que lo circunda. ¿puede a los 12 ó 17 años "hacerse cargo" de cómo es cada una? Creo que no, pero en él se deposita tanto... Básicamente desde el éxito/fracaso, si triunfa o no. El detalle es que son  parámetros adultos y el pobrecilio ha de acomodarse a todo eso: el gran mandato externo y una compleja interioridad que pugna por salir entre pelos, piernas ingobernables y una hermosísima sexualidad que aún sigue siendo tabú en varios lugares.
No sé si esa es la palabra, pero el choque generacional aún se siente mucho frente a algo tan fundante como es el sexo. Los que andamos entre... ¿40 y 50? (qué difícil ponerle años), creo que hicimos la gran transición, pero la que nos antecede..., todavía percibe algo pecaminoso en el sexo. No los considero víctimas, les toca enfrentar cosas maravillosas, es el despertar de la vida independiente, corroborar si todo lo incorporado es cierto o al menos si coinciden. Qué fundamental es darles espacio para esto, valorarlos, aceptarlos. En una cultura en la que todos quieren ser jóvenes, los pobres luchan por diferenciarse, por construir una identidad acorde. ¿cómo harán las chicas cuyas madres quieren parecerse a ellas? ¿Y los chicos cuyos padres muestran su "juventud" mirando mujeres como ellos?
Es muy difícil. Un genio de la escritura dijo una frase que me guía: siempre es buena la época que nos toca vivir. Si la pensamos como desafío es espectacular, distinto es si decimos "es que ahora es difícil, sino imposible, antes todo era más fácil, distinto" (¿conformismo quizá?).
Volviendo a mi querida Julia (y no el escribidor), ella considera que  "el psicoanálisis tiene la posibilidad no de proponer ideales, sino de enfrentar la crisis y suscitar; en lugr de la crisis, lo que llamo una curiosidad psíquica. Es decir, creo en vos, confiarás en mí y vamos a tratar de analizar tus sufrimientos y de no hallar soluciones falsas, sino que la única solución posible es la interrogación".
Un ex ministro de educación, Daniel Filmus, dijo algo similar. El problema de la escuela, no es tanto la falta de respuestas sino que los chicos no formulen  preguntas. Allí donde hay interrogación, hay un raciocinio que busca.

sábado, 12 de noviembre de 2011

... Feminismo, ¿condena o liberación?


Hoy tuve un breve intercambio con la mamá de un amigo de mi hijo y su abuela (la mamá del papá). No pasé a tomar mate porque tenía mucho que hacer (eran casi las ocho y reconozco que me cuerpo a esa hora empieza a declinar estrepitosamente, espero la próxima avivarme y disfrutar uno buenos amargos). El caso es que Silvia, la mamá del niño anfitrión, contó que no se recibió de ingeniera agrónoma, sólo le quedaban cinco materias. Corregí el tiempo verbal "te quedan" resistí. Pero ella, con una sonrisa de plenitud me dijo que decidió dejarla para dedicarse a la maternidad: hoy tiene cuatro divinos que disfrutan a su mamá plenamente. Sin embargo, suegra y yo no terminábamos (¿soberbias?) de digerir el trago. Abuela fue más allá, contó que algo así le pasó a ella con la química, estudió hasta donde pudo, dejó cuando nació su segundo hijo, retomó y con otro embarazo ya no pudo seguir. Que hasta hace poco lloraba cuando pasaba por la facultad de ciencias exactas. Una hija desarrolló alguna actividad allí y pidió acompañarla para "entrar" nuevamente y que ya pudo hacerlo sin lágrimas...
Tanto me impactaron estos testimonios, que me han hecho volver a este amado espacio cibernético, al que extraño tanto como a mis seguidores y... (¿perseguidos serán los que yo sigo?) Bueno, la paso bien leyéndolos y siguiendo comentarios, experiencias y vivencias. Cómo es esto de engendrar, amamantar y... vivir ¿cómo se hace? Con gran sensatez, Silvia dijo tener claro que no quería dedicar nueve o diez horas por día a una multinacional y que otra persona críe a sus hijos, sensatez. Pero ¿será así? ¿un rol excluye al otro? Qué dilema femenino que aún no terminamos de resolver. En charla de pasillo hoy escuché a dos generaciones con una... ¿frustración? en común, la una la asumía, la otra dijo haber sorteado la frustración de privarse el crecimiento y seguimiento de su cría.
Otra gran amiga, hizo la carrera de medicina con excelentes notas. No dió la última materia por lo que no obtuvo el título. Me parece que fue un castigo a sus padres, cumplió el mandato hasta donde pudo. O se liberó de él, cuando pudo. Se caso con un compañero de la facultad, al igual que Silvia, y dejó todo para cuidar a Luisito y Valentina. Hace varios años que cursa homeopatía, eligió la rama de la disciplina que más se acomoda a sus convicciones y con enormes dificultades y gran ayuda de sus padres, viaja unos 100 km. para asistir al curso y prácticas.

Kristeva (Julia, gran intelectual búlgara, discípula de Roland Barthes, que desarrolló su tarea en Francia, donde reside y está de visita en Bs. As) dice que el feminismo es "un movimiento qu eno está terminado y que tiene sus limitaciones". Considera importante "el desconocimiento de la experiencia maternal y la omisión de la creatividad de la persona-mujer, su singularidad".
Comparto literales sus palabras, porque argumentan con prístina claridad los relatos que hoy escuché.
Espero volver mañana y ahondar en otros dichos de esta gran Julia. Mañana dicta su segunda conferencia en la Universidad Nacional San Martín y no conseguí entradas, PUCHA!!!!!

sábado, 23 de julio de 2011

Mirar, sentir y vivir

Si  vieses lo que yo vi
escuchases lo que yo...
Si apenas sintieras algo de los que sufren,
si palpitases como el pueblo,
cantases como los que necesitan reclamar con su voz,
calmar su hambre.
Si pudieras desprenderte de tu coraza,
si tu carcaza te permite salir de vos y ver más allá.
Entonces sí, verías lo que yo vivo.

domingo, 17 de julio de 2011

Energía

Ayer participé de un taller para el manejo conciente de la energía, muy impresionante. Me llegó la invitación por correo electrónico y sin saber muy bien quién lo daba, fuí. Me abrió la puerta una profesora del colegio donde trabajo y se rió de mi despiste, nunca había caído en  la cuenta que era ella, Lili.
El jueves pasado se cumplieron dos semanas desde que "HABÍA" (perdón por resaltar, pero todavía no caigo...) perdido la voz. Recuerdo esa semana con pelos y señales, el martes había tenido un disgusto muy grande en uno de los coles, no con mis alumnos, sino con el lamentable trato que ellos reciben de dirección. El jueves, el maltrato ya fue conmigo. Esa tarde se organizó un evento para un Hogar de Niños en el que colaboro y ahí dije mis últimas palabras (¡qué fatal que suena..., mamma mía!), para presentar al Hogar y que los asistentes supiesen  a dónde llegaba esa colaboración.
Eso fatal de las últimas palabras, siento que habla de un resurgimiento, de los nuevos nacimientos que nos podemos proponer día a día (no recomiendo que nadie se involucre tanto como para quedarse mudo), pero cuán sabios somos más allá de nuestro pensamiento. Algo en mí que yo no manejo, me introdujo en el más profundo silencio y me costó mucho aceptarlo. Hablaba con un hilito de voz, si bien la recomendación médica era reposo absoluto de voz. Desde entonces no pude dar más clases y me fue muy útil para pensar, parar un poco la marcha y ver hacia dónde estoy yendo y si eso me interesa.
Bueno, en esas ando. El taller de ayer, fue tan productivo... Ya sobre el final noté que me había vuelto la voz y acá estoy, ya no tratando de "entender" (mepa que es demasiado complicado a veces), sino de conducir y capitalizar las energías, propias y del mundo.
Quizá divulgue por aquí tanto aprendizaje que obtuve ayer. Tuve dos ideas el otro día, que ya escribo para no olvidarlas y empujarme a concretarlas: hacer un registro de imágenes de memoria y oficios. En el primer caso, el aspecto físico, un archivo en papel, fotos impresas, anuarios, libros de actas, etc. En la era digital, aún está el soporte físico y creo que será un testimonio para los que no los conozcan.
Los oficios, tienen que ver con unas divinas bolivianas, que circulan por Pilar, empujando carros con flores. Son tan bellas, que necesito compartir esa visión poética. Pero no puedo dejar de ver, cuán duras son esas vidas.
Me alegró haber abierto esta queridísima Bitácora, después de tanto tiempo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Morte

Hoy sentí el acecho de la muerte con un vivísimo vigor, valga la paradoja. Sintiéndome más viva que en los mejores momentos, percibí cuán doloroso, y hasta habitual para algunos, debe ser convivir con la muerte. Tuve una tarde agotadora, de eternas peleas de mis hijos por las cuestiones más nímeas, entre ellos, conmigo y la vida, el asunto era pelear. Entre medio de reiteradas solicitudes de baños, preparar cosas para mañana, tareas, etc., me llama una queridísima amiga. Para decirme que soy bruja, que me anticipé a un episodio doloroso con su familia.
Ya he escrito acerca de su terrible desgracia, el año pasado asesinaron a su hijo mayor de 16 años, aún no sé cómo hace para seguir. Aparentemente nuestras locas conversaciones parecen empujar algo, ¡cuánto me gustaría aliviar en algo tanto padecimiento! El caso es que vemos la vida desde lugares bastante similares, a mi me falta su eterna bondad e infinita misericordia, por eso será que me hace tanto bien, aprendo de ella cómo ser mejor persona.
Para seguir el hilo de un discurso extremadamente doloroso, detuve la marcha del auto y me dejé iluminar por una luna casi llena que hacía de bálsamo para abrir más mis corazón a sus palabras. Cuando hablábamos de fechas, me acordé de repente que a fin de este mes se cumplen tres años de la partida de mi adorada hermana, que la extraño tanto como el primer día. No comparto lo conversado, porque pertenece a su más exclusiva intimidad y como tal lo preservo.
Cuando terminé de hacer unas compras, vI a un ex vecino que quedó viudo. La mujer era un encanto, joven y muy linda, con la voz ronca que delataba el abuso del tabaco que no detuvo la batalla hasta ganarla con un cáncer. La vida nos devuelve cosas y este año tengo de alumno a su hijito menor, que tiene los mismos ojos que su madre: dos líneas azules intensas. Es una cosita adorable ese nene de 12 años, tengo que cuidarme para que no se ostensible la enorme ternura que despierta en mí. Ha crecido sin su mamá, y cada vez que puedo lo mimo como si fuera mi hijo. En esos casos, me mira sorprendido y con esa carita de medio dormido  me agradece el gesto como si fuera algo por demás extraño.
Fue ver a ese hombre, el padre del pequeñín, en un negocio que suele estar habitado por mujeres, una mercería, lo que me hizo atar cabos y caer en la cuenta que la muerte está ahí, del otro lado de la esquina. Cuando menos nos lo imaginamos, ZAS, se aparece y lleva un pedazo de nuestro corazón.
Cuando volví a casa se me pasó todo, vi a mis hijos llena de gratitud y comimos entre risas y complicidades.
GRACIASGRACIASGRACIASGRACIASGRACIASGRACIASGRACIASGRACIASGRACIASGRAC

sábado, 2 de abril de 2011

Tiempos...


Ando bastante borrada de la Bitácora, un cuaderno de viaje ¿debería registrar TODOS los días? ¿o solamente los que trascienden? Bueno, yo creo que TODOS trascienden, no pasa un sólo día (valga la redundancia) sin que pase nada. El sólo hecho de vivir ES. Ahora, en lo personal, me cuesta muchísimo hacerme el tiempo. No podría decir que es por el trabajo (esta última semana fue fatal), más vale falta de hábito que fue lo que quise incorporar cuando comencé: escribir TODOS los días. No me queda muy en claro aún la finalidad, pero me produce mucho placer compartir este mundo con otros bloggeros tan queridos (jamás hubiera imaginado semejante tipo de vínculo por el sólo hecho de compartir sentimientos, vivencias y la vida a través de la pantalla, sinceramente me resulta mágico). Entonces me pregunto, habiendo sólo algunas (¿pocas?) cosas mágicas porque no continuarlas.
Bueno, aquí estoy, volviendo otra vez a las arenas de palabras cibercomaprtidas. Antes de navegar por mis blogs queridos, siempre me propongo dejar antes algún registro. En vacaciones en la playa, pensé que iba a escribir más, pero tampoco. Intentaré incorporar el hábito, siempre hay cosas para escribir y compartir. El lunes 21, casi dos semanas ya, empezó el otoño y no quería dejar pasar semejantes bellezas sin registro en Bitácora. Todo Pilar empezó a bañarse en oro, el viento hace bailar hojas que bajan con gracia (hoy mateaba con mi amado y parecía una puesta en escena las hojas que planeaban demorando el tiempo en llegar a su última morada), las tardes que se empeñan en oscurecer antes, las mañanas frescas y húmedas que anticipan soles bien calientes al mediodía. Atardeceres..., son bellísimos en las cuatro estaciones. Ayer presagiaba tormenta y en cuanto empezaron a iluminar unos rayos eléctricos, el sol celoso despuntó otros: por un lado nubes entre naranjas y fucsias y por el otro nubarrones grises que de tanto en tanto se iluminaban reflejando maravillosas formas y texturas oníricas.
¿Cómo no compartir con mis queridos semejantes maravillas? Perdón por la ausencia, espero esta vuelta sea más sostenida en el tiempo. Ya me voy a leer reflexiones filosóficas y poemas melódicos de España, pasando por naturalezas increíbles en fotos, me cruzo el Río de la Plata hasta Uruguay y sigo viajando con sólo teclear y mirar la pantalla. GRACIAS bloggers por estar ahí y al genio que inventó esto que nos acerca.
¿HASTA MAÑANA?
Ji, ji, ji...

martes, 22 de marzo de 2011

Mundo ferroviario

Tuve la buena fortuna de viajar la semana pasada en tren desde Retiro hasta Del Viso, QUÉ LINDO, cómo me gusta andar en tren. Llegué a percibir hasta su olor, hay algo que se impregna desde la nariz hasta los huesos que sólo se huele en las estaciones de tren, es un aroma más que especial. La densidad del aire es particular, el ritmo del movimiento de los que por ahí circulan también tiene su tempo propio. Las caras, el pelo, la ropa, el modo de sentarse en un banco del andén para esperar  el tren, el tipo de letra de los carteles que ofrecen el mundo entero mientras se hace tiempo hasta que se siente el ruido infernal de la locomotora, no sé, todo parece eterno, atemporal.
Con muchos viajes hechos en mi infancia, puedo sentir que el tiempo no ha pasado y que ciertos ancianos que caminan como fantasmas son los mismos que había visto hace unos 35 años. Insisto, no hay moda, sólo un modo, el ferroviario. La sensación de ver el horizonte recortado por naturaleza o civilización, chicos que saludan desde el llano y esperaban la pasada del convoy como el último evento interesante del día. Sacar la cabeza por la ventana, cerrar los ojos y sentir como propio todo ese aire que los vagones desplazan y terminan depositando en mi cara. O en la misma posición con los ojos bien abiertos para impregnar en las pupilas toda esa vorágine  que pasa frente a nosotros, percibiendo una velocidad realmente mayor a la real.
Me voy a dormir, sigo mañana. Voy a descansar pensando en el tren

lunes, 14 de marzo de 2011

Del sol que castiga al que abriga

Hemos padecido en Buenos Aires una semana que quemó, sí literalmente incendiaria. No sólo elevadas temperaturas, sino el condimento de la llanura Pampeana: altísimo porcentaje de humedad. La palabra aplastante no alcanza, jornadas agotadoras. Al anochecer del viernes empezó a moverse el aire hasta llegar a un gran viento. Acá en Pilar se cortaba la luz y volvía permanentemente. A la noche fui a una reunión y éramos varios alrededor de una mesa iluminada por dos velas, sensación más que interesante. El fenómeno más extraño se daba al salir de la casa, el resplandor del cielo (luna nueva y algo nublado) iluminaba bastante y pese a la oscuridad total, al aire libre se veía bastante.
Habituados a vivir con todo el confort (a veces cayendo en la peligrosa trampa de considerarlo natural, y no valorando cada paso y avance de la humanidad) me gustó la experiencia. A la tarde una vecina con los ojos dilatados del calor, me contó que durante la tarde pasó lo que dije con la electricidad, nada de aire acondicionado. El caso es que el sábado vino la lluvia anunciada durante toda la semana, calculo que por los acertados vaticinios del servicio meteorológico y la imperiosa necesidad de los derretidos ciudadanos. No fue tan intensa como ventosa, parecían vientos huracanados. Con ellos vino el FRESCO.
Ayer la temperatura bajó hasta los 9° C y el viernes la térmica pasó los 35°. Considero esta la mejor síntesis del ser argentino. Esta capacidad de adaptación a semejante cambio, hace nuestra visión, cultura, idiosincrasia.
¡Ah! Con todo, AMO SER ARGENTINA.

jueves, 3 de febrero de 2011

Colores

Recuerdo un diálogo de la infancia que dejó un interrogante que hasta hoy no ha encontrado respuesta ¿todos vemos los mismos colores? ¿Cómo comprobamos que el rojo que yo veo es el mismo que el de quien esto lee? No sé si habrá modo de verificar, pero quizá mi verde sea el azul de otro. ¿Acaso vemos igual el océano, los prados y el cielo? Sin duda que asignamos el mismo nombre al color de lo mencionado, pero no tenemos modo de corroborar que los veamos igual ¿no?
De chica pensaba incluso, que todos compartíamos el gusto, que si no disfrutábamos una combinación, era porque cada uno veía distintos colores. Hoy no pienso eso, sí creo que cada uno tiene su personalísimos sentido estético y gusto personal. Aún me queda la duda de cómo es el amarillo de un niño, el azul de una viejita o el rosa de los enamorados. Al compararlos con otras cosas, caemos en lo mismo, los limones, el sol, campos de girasol y las peras (maduras por cierto) tienen un color similar, ¿todos los veremos igual?
No sé si quiero develar este misterio, me gusta vivir con incertidumbres o imaginaciones. La ciencia cada día nos da nuevas respuestas, algún aspecto de la ignorancia tiene su encanto. Tan bueno es saber, como aventurar respuestas. De todos modos creo que la curiosidad se ocupa de generar nuevas preguntas y la capacidad de observación nos permite seguir maravillándonos.
Por más que uno sepa (yo muy poco) el funcionamiento del organismo humano, me es inevitable la emoción frente a un embarazo, la enorme satisfacción de una herida cicatrizada y el gran poder de un analgésico que nos permite superar alguna dolencia.
¿De qué color son los analgésicos que toman? Acá blancos

martes, 25 de enero de 2011

Viejos pensamientos


No encontrar unos apuntes que necesito me obligó a ordenar viejos papeles, revistas, fotos, etc. Escribo tan tranquila porque por suerte aparecieron, son para una nota de comités de ética que tengo que entregar la semana próxima. Tirando cosas, arranque hojas de una libretita y después de hacerlo leí algo que quisiera compartir:
 ** Esos cielos de magia y arte, los coloridos bordes de las nubes que testimonian no sólo la presencia del sol, sino la eficiencia de sus efectos, lo poderoso de su alcance que sin verlo da vida, forma y efímera belleza a las conglomeraciones de vapor de agua.
**
Con quién estoy hoy
Hoy vino el dolor, sin aviso ni permiso. Cuando se quiso instalar, lo eché a carcajadas, le hice una broma y lamentablemente le gustó: se quedó, el dolor se quedó sin aviso ni permiso.
En el bolsillo llevo recuerdos que al tocar despiertan lo mejor que hay en mí de tí. El día está lleno de botones que despiertan lo sublime. Y la noche tan oscura y silenciosa enciende la tecla de cada luna, estación y canción que ya canto sin vos.

Dejando un registo de una época de grandes pérdidas, ahora sí tiro las hojas de la libretita.

Privacidad publicada


El premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa publicó el sábado pasado en La Nación (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1343551) una nota de opinión: "WikiLeaks, entre el bien y el mal". Prácticamente es un refuerzo de otro artículo publicado el 23 de diciembre en la revista Tiempo (http://www.tiempodehoy.com/default.asp?idpublicacio_PK=50&idnoticia_PK=62629&idseccio_PK=630) que él mismo cita y adhiere: "Transparentes abusos" de Fernando Savater. Coincido con ambos en lo nimio del contenido divulgado, un chusmerio que trascendió barreras internacionales. Savater minimiza la crítica a Zapatero y a mi me indigna cómo el diario Clarín utilizó esta chatarra de fuente para titular una tapa cuestionando la salud mental de la presidente de la nación. Cobardemente dijo por lo bajo que la duda era de los corrillos de WikiLeaks, pero no ahorró espacio a la hora de divulgarlo. Me interesa que la rendija nos haya permitido apreciar lo poco serio de ciertos asuntos. Ante la mera palabra "embajada" (con todos sus integrantes), todos poco menos que hacemos la reverencia, parece un espacio superior, una entidad que se ocupa de grandes asuntos. El caso es que en todas las casas se cuecen habas, en las embajadas también: hay chismosos, irrespetuosos, livianos y comprometidos, nada nuevo bajo el sol. No existen lugares sacrosantos, sino personas, que con gran esfuerzo, intentan preservarlos. Julian Assange decidió ventilarlos.
Más allá de su motivación o intencionalidad, no acuerdo para nada con Vargas Llosa y Savater en el enojo, se molestan tremendamente porque consideran que se avasalla con las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) la privacidad de las personas. Entiendo que son las personas las que quieren publicar su vida, exhibir lo más posible a la mayor cantidad de personas. En mis cuarenta y tres me siento tan lejana de las nuevas generaciones que viven  las fotos en otra dimensión. En nuestra época eran recuerdos, hoy son imprescindibles para que los hechos existan. Una reunión no es considerada tal si alguno no se ocupa de subir a Facebook la constancia del hecho.
La portación de máquina de fotos, celular o elemento que registre es casi una condición de cada vez más eventos sociales, ya no sólo se vive para la foto, más bien para la "publicación". Me parece una necedad no incorporar este fenómeno y ver con principios de principos del siglo pasado lo ocurrido con WikiLeaks. Confieso que me cuesta mucho incorporar las TIC´s, diarialavida es una gran conquista personal. Todavía me falta incorporar Facebook (lamento mi velocidad caracolil), por más que ya tengo cuenta con ayuda de mis hijos. Este año apunto a trabajar mucho con esta herramienta (caralibro) con los alumnos, que además de falsear vínculos y lazos, sirva para la construcción de ciudadanía. Menudo desafío que iré compartiendo con mis queridos bloggeros.
Tenenemos que aceptar los cambios: las celebraciones, eventos e hitos han cambiado radicalmente con las TIC. Lo mismo con los vínculos, facebook ha revolucionado la socialización. Los chicos que la comenzaron así tienen otro modo de relación y concepción del mundo. Más que enojarnos y reclamar, creo que tenedríamos que observar para tratar de entender, y en el mejor de los casos desestructurarnos para poder adaptarnos o aunque sea acortar la brecha generacional.

lunes, 24 de enero de 2011

Tiempo natural


Si algo me gusta en esta vida es ver pasar el tiempo en la naturaleza: cómo cambia la sombra y cada amanecer es distinto al anterior; cómo se hacen más oblicuos los rayos a medida que nos acercamos al otoño y ni que hablar en invierno; los primeros brotes a fin de agosto, a casi un mes de la primavera; apreciar el follaje de un árbol desde el mismo punto en distintas horas del día y apreciar el jardín con luz del este y el oeste; escuchar el intenso piar de pajaritos en un nido y en otro momento verlo totalmente vacío; gozar un madrugón con luz y poder quedarse hasta que amanezca en la cama cuando los días son más cortos; la ropa y el color de piel de mis hijos cuando todo fluye y el uniforme escolar durante el año; mañanas relajadas y otras intensas; atardeceres con vidrios empañados por el calor de una cacerola invernal y la noche sobre nosotros afuera demorando el último tereré de un día agobiador; la humedad del pasto una mañana fría y el placer de pisarlo descalza una mañana calurosa; insectos de variado tamaño y color acosando flores rabiosas de color y ramas peladas que permiten que el tibio sol de invierno las atraviese; caras gélidas y otras aplastadas; movimientos cancinos y temperaturas que obligan a desplegar toda la energía; lluvias que alivian, otras que preocupan y algunas que se disfrutan desde el cobijo familiar; colores característicos: verdes, ocres, marrones y arco iris; canciones que acompañan; personas que caracterizan momentos del año; actividades que marcan diversos hitos.
No sigo para no aburrir, pero cuánto me gustaría poder prescindir definitivamente del reloj y el calendario. Buena semana para todos los compas.

domingo, 23 de enero de 2011

PNL

Hace muchos años tuvimos en la facultad una clase especial de Programación Neuro Linguística (PNL) porque la mamá de un compañero se especializaba en la disciplina. Recuerdo que llevó un coliflor y lo partió a la mitad para mostrar físicamente lugares cerebrales. Más allá de la metáfora vegetal, me interesó mucho el tema y cómo abordaba la conducta, el pensamiento y sus modalidades.
Leí que el Hospital Presidente Perón de Avellaneda , cuenta con un consultorio de medicina neurolinguística. El objetivo es que el paciente se comprometa con el tratamiento de su enfermedad y deje de lado todo aquello que le impida reponerse físicamente o cumplir con las indiciones del médico. El equipo está compuesto por dos reumatólogos, un neurocirujano y un urólogo: apuntan a que se incorpore la NL como una destreza para interpretar los resultados del laboratorio. Utilizan reucursos que aporta la PNL que les permite conocer cómo un paciente procesa sus pensamientos y emociones sobre lo que está pasando. Mediante una charla informal lo ayudan a que se de cuenta de aquello que tiene que eliminar o reforzar para sentirse mejor. Muchas veces la carga emocional es más pesada que la propia enfermedad.
Como siempre, no importa tanto el problema en sí, sino qué hacemos con él: cómo lo enfrentamos, qué estrategias desplegamos, desde qué lugar lo hacemos, hasta dónde y cómo involucrarnos. La otra opción, que por triste me gustaría ni mencionar, es la paralisis, la inacción frente a la dificultad. Y para no terminar llorando, ni menciono la negación, mecanismo de autodfensa que se supera con foraleza. Parece economía emocional, cuando no se puede enfrentar se niega, pero más vale VER, mejor que duela de un vez pronto y rápido, que a cuenta gotas.
Por último, la reducción del uso de fármacos en pacientes con dolor ha llegado al 50 % en el uso de analgésicos: "con los medicamentos los médicos tratamos de hacer más eficiente la respuesta del organismo contra la enfermedad, pero es necesario que el paciente estimule naturalmente sus defensas para fabricar esa respuesta", explicó uno de los profesionales. "Acá no interpretamos lo que dicen los pacientes, no preguntamos por qué. De psicología nosabemos nada".
Para saber más se puede consultar en centromnl@yahoo.com o leer el artículo en lanacion.com del 20 de enero.

miércoles, 19 de enero de 2011

El mar


Gran privilegio el de apreciar la inmensidad, observar en plena quietud y paz la verdadera dimensión de la naturaleza. La insignificancia del género humano frente a ella, ubicuidad. Hace bien, es necesario. En medio de edificios podemos llegar a creer que todo es obra nuestra, cuando en realidad muy poco lo es. De hecho la vida en sí misma ¿qué es? ¿un capricho, don, oportunidad, condena? Pienso en tantas respuestas como interesados en encontrarla. Gran disparador filosófico es el mar.
Fuente de inspiración para el artista, de cualquier disciplina. Dan ganas de saber maniobrar con una paleta y pincel para intentar dejar aunque sea un recuerdo de tanta magnificencia en un lienzo, papel de foto, poema, canción o lo que fuera. Ese sonido sordo y profundo hace vibrar las fibras más profundas de un oído sensible.
Fuente de vida para pescadores que pueblan la zona, ¿cómo verán ellos al océano? ¿cómo se sentirán cuando se alejan de ahí? Así como el olor a mar para algunos es signo de descanso y vacaciones, pienso que su ausencia será lo mismo para quienes viven de sus frutos. Es impresionante ver cómo manejan las redes, prolongaciones de sus brazos, son uno con el agua. Un hombre mayor parece ser parte del mar, entre acuático y humano. Llama la atención, por más que esté vestido y con tremendas botas de goma, pertenece más al mar que los que se sumergen en el con traje de baño. Parece insólito, pero la pertenencia tiene que ver con algo más mágico que racional.
Más allá de cualquier explicación, el árbol pertenece al niño que construyó "su" casa en él, las tijeras a modistas y peluqueros, el vehículo a quien lo conduce, el país a quien sabe llevarlo a buen puerto, el tiempo a quien sabe hacer bueno uso de él, el aire a los pulmnes que lo inhalan, el amor a quien se sabe desprender más que poseer, el viento a quien acaricia, la arena a quien la pisa, el camino al peregrino, la tierra a quien la trabaja, la casa al que la habita y la vida... a quien la aprecia.