sábado, 12 de noviembre de 2011

... Feminismo, ¿condena o liberación?


Hoy tuve un breve intercambio con la mamá de un amigo de mi hijo y su abuela (la mamá del papá). No pasé a tomar mate porque tenía mucho que hacer (eran casi las ocho y reconozco que me cuerpo a esa hora empieza a declinar estrepitosamente, espero la próxima avivarme y disfrutar uno buenos amargos). El caso es que Silvia, la mamá del niño anfitrión, contó que no se recibió de ingeniera agrónoma, sólo le quedaban cinco materias. Corregí el tiempo verbal "te quedan" resistí. Pero ella, con una sonrisa de plenitud me dijo que decidió dejarla para dedicarse a la maternidad: hoy tiene cuatro divinos que disfrutan a su mamá plenamente. Sin embargo, suegra y yo no terminábamos (¿soberbias?) de digerir el trago. Abuela fue más allá, contó que algo así le pasó a ella con la química, estudió hasta donde pudo, dejó cuando nació su segundo hijo, retomó y con otro embarazo ya no pudo seguir. Que hasta hace poco lloraba cuando pasaba por la facultad de ciencias exactas. Una hija desarrolló alguna actividad allí y pidió acompañarla para "entrar" nuevamente y que ya pudo hacerlo sin lágrimas...
Tanto me impactaron estos testimonios, que me han hecho volver a este amado espacio cibernético, al que extraño tanto como a mis seguidores y... (¿perseguidos serán los que yo sigo?) Bueno, la paso bien leyéndolos y siguiendo comentarios, experiencias y vivencias. Cómo es esto de engendrar, amamantar y... vivir ¿cómo se hace? Con gran sensatez, Silvia dijo tener claro que no quería dedicar nueve o diez horas por día a una multinacional y que otra persona críe a sus hijos, sensatez. Pero ¿será así? ¿un rol excluye al otro? Qué dilema femenino que aún no terminamos de resolver. En charla de pasillo hoy escuché a dos generaciones con una... ¿frustración? en común, la una la asumía, la otra dijo haber sorteado la frustración de privarse el crecimiento y seguimiento de su cría.
Otra gran amiga, hizo la carrera de medicina con excelentes notas. No dió la última materia por lo que no obtuvo el título. Me parece que fue un castigo a sus padres, cumplió el mandato hasta donde pudo. O se liberó de él, cuando pudo. Se caso con un compañero de la facultad, al igual que Silvia, y dejó todo para cuidar a Luisito y Valentina. Hace varios años que cursa homeopatía, eligió la rama de la disciplina que más se acomoda a sus convicciones y con enormes dificultades y gran ayuda de sus padres, viaja unos 100 km. para asistir al curso y prácticas.

Kristeva (Julia, gran intelectual búlgara, discípula de Roland Barthes, que desarrolló su tarea en Francia, donde reside y está de visita en Bs. As) dice que el feminismo es "un movimiento qu eno está terminado y que tiene sus limitaciones". Considera importante "el desconocimiento de la experiencia maternal y la omisión de la creatividad de la persona-mujer, su singularidad".
Comparto literales sus palabras, porque argumentan con prístina claridad los relatos que hoy escuché.
Espero volver mañana y ahondar en otros dichos de esta gran Julia. Mañana dicta su segunda conferencia en la Universidad Nacional San Martín y no conseguí entradas, PUCHA!!!!!

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