miércoles, 19 de enero de 2011

El mar


Gran privilegio el de apreciar la inmensidad, observar en plena quietud y paz la verdadera dimensión de la naturaleza. La insignificancia del género humano frente a ella, ubicuidad. Hace bien, es necesario. En medio de edificios podemos llegar a creer que todo es obra nuestra, cuando en realidad muy poco lo es. De hecho la vida en sí misma ¿qué es? ¿un capricho, don, oportunidad, condena? Pienso en tantas respuestas como interesados en encontrarla. Gran disparador filosófico es el mar.
Fuente de inspiración para el artista, de cualquier disciplina. Dan ganas de saber maniobrar con una paleta y pincel para intentar dejar aunque sea un recuerdo de tanta magnificencia en un lienzo, papel de foto, poema, canción o lo que fuera. Ese sonido sordo y profundo hace vibrar las fibras más profundas de un oído sensible.
Fuente de vida para pescadores que pueblan la zona, ¿cómo verán ellos al océano? ¿cómo se sentirán cuando se alejan de ahí? Así como el olor a mar para algunos es signo de descanso y vacaciones, pienso que su ausencia será lo mismo para quienes viven de sus frutos. Es impresionante ver cómo manejan las redes, prolongaciones de sus brazos, son uno con el agua. Un hombre mayor parece ser parte del mar, entre acuático y humano. Llama la atención, por más que esté vestido y con tremendas botas de goma, pertenece más al mar que los que se sumergen en el con traje de baño. Parece insólito, pero la pertenencia tiene que ver con algo más mágico que racional.
Más allá de cualquier explicación, el árbol pertenece al niño que construyó "su" casa en él, las tijeras a modistas y peluqueros, el vehículo a quien lo conduce, el país a quien sabe llevarlo a buen puerto, el tiempo a quien sabe hacer bueno uso de él, el aire a los pulmnes que lo inhalan, el amor a quien se sabe desprender más que poseer, el viento a quien acaricia, la arena a quien la pisa, el camino al peregrino, la tierra a quien la trabaja, la casa al que la habita y la vida... a quien la aprecia.

5 comentarios:

  1. Hermosa tu entrada. Me fascina el mar.
    El mar me acompañó un período largo de mi vida, ahora que lo tengo lejos, lo extraño.
    La casita frente al mar la pinté yo :-) (respondo a tu pregunta). ¡Qué bueno que te guste!
    Te dejo un abrazo desde Berlín, ciudad vestida de muchísimos lagos y ríos (lo cual ya es un consuelo; el mar Báltico o el del Norte están como a 3 horas de aquí).

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  2. muy hermoso,....y ya te echaba de menos, hace tiempo que no publicabas,

    Feliz 2011! de todo corazón, amiga

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  3. Hola, este blog respira talento,sus entradas aún más...si te gusta la palabra musical,la palabra elegida en el tiempo,la poesía,te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen sábado, besos variados.

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  4. Cuanto tiempo sin leer palabras tuyas con el mate en los labios!no recordaba yo que eran vuestras vacaciones...
    Sobre el mar, estoy de acuerdo, si le añades la montaña, el lago o la llanura. Cualquier paisaje puede llegar a ser estremecedor, "horrible delightful", como decían los british románticos (qué pedante soy, por Dios).

    Un saludo

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  5. Efluvios marinos para Marisol! Olor a mar en tus sueños amiga.
    Angelillo, ya me voy para tu blog a compartir ese prometedor mate, feliz de reencontrarte! Filo, sos mi faro de blog, tu luz es constante y siempre guía, gracias por tu calidez y presencia.
    Bienvenido Don Vito, el poeta de los besos. Variados saludos para ti y gracias por estar a todos.

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