jueves, 10 de enero de 2013

Pies


Que los hay, los hay.
Pero jamás uno que no delate.
Algunos intentan zafar de la horma del zapato
exigiendo a las costuras estirarse
hasta el límite del corte.
Otros, flacos, finos, largos y estilizados
base de medias que se mimetizan
con la piel pareciendo teñirla.
Calcetín casi sin sustancia.
Son la base, el sostén, nada menor
soportan, bancan, aguantan
no sólo un peso, más bien un estilo
la modalidad de cómo plantarse
frente al mundo, la vida, frente a los demás.


Qué podrán esconder estos pequeños potentes.
Todo delatan, atestiguan.
Están presentes en cualquier instancia.
Bajo lluvia, sol y sábanas
sobre el pasto, el fuego y la faz.
Base, piso, sostén.
sostienen, sospechan
y tropiezan cuando consideran que no hay que seguir
Pueden ganarle a la voluntad
Son cómplices de la intuición
Nuestros queridos pies
por más tapados que estén
hablan de nosotros
Van con nosotros
Hasta que se detienen una vez,
y ya no podemos seguir.

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