jueves, 24 de septiembre de 2009

Siguiendo el sol

Volvía del pueblo a casa y paré un momento a comprar algo. ¡Qué cielo nos cubría! Quiero implementar algo especial para el CIELO. Amo los de la tarde tanto como los del amanecer, los lluviosos y soleados, grises y claros, me fascinan. Leí en un sitio que recomiendo (http://www.lalectoraprovisoria.com.ar/) que la autora se emocionaba con el degradé del cielo, cómo me identifiqué.
Me encantaría que los que acceden a este blog tengan la posibilidad de compartir sus propios cielos (y no tan literales). Pinso en los de la familia recientemente descubierta en Uruguay, Cuba, Miami, los históricos de Los Angeles, Carolina en Grecia, Irene en Malasia..., en fin. Debo invitarlos a todos a concoer este lugar, y quizá así podamos asomarnos desde esta ventana a los más diversos cielos.
El caso es que el de hoy tenía nubes y un color naranja pálido, llegando a la estación empezó el incendio que transforma los objetos en sombras negras. Me apuraba para llegar a casa y registrarlo, pero no lo alcancé. Cuando llegué ya se había escondido y me regaló su última luz para darles algunas imágenes que, si no me vence el sueño, investigaré cómo subir, ji, ji!!
Buenas noches para los que se acuestan ahora, mientras que en otras latitudes ya comenzaron a vivir el jueves 24. Queda para mañana el asunto herramientístico que quedó pendiente.

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