sábado, 31 de julio de 2010

Vacaciones de invierno

 
Esta semana concluyen las vacaciones escolares. Parece que en una familia (en la mía por lo menos) la actividad de los chicos encolumna al hogar. Si bien los adultos seguimos trabajando, se vive un ambiente más distendido. En mi caso particular, se suma que estoy más días en casa porque también tengo vacaciones, pero el resto de actividades laborales continúan. El transporte público tiene otro perfil, con los chicos estuvimos en el subte y es tan distinto a viajar con ellos... Hombres trajeados y mujeres agotadas de jornadas intensas y extensas, se sumaron a la algarabía que imperaba. Con algunas frenadas nos caimos sobre ellos y se rieron. Ojalá esa actitud se mantenga por siempre, pero no hay duda que los chicos traen aparejado mucho de mágico. Cuanto menos un reflejo de nuestro pasado, habrá que ver qué imágenes personales ve cada uno en "la infancia" para que nos alegren o nos amarguen ¿No?
Ese día fue el único que salimos para hacer programa. Estuvimos en la Casa del Bicentenario: "La Secretaría de Cultura de la presidencia de la Nación creó la Casa Nacional del Bicentenario en el marco de la conmemoración de los 200 años de la Independencia. Es un nuevo espacio cultural en la Ciudad de Buenos Aires, dedicado a reflexionar acerca de las transformaciones políticas, sociales y culturales producidas en la Argentina en los últimos 200 años, donde los documentos del pasado y los testimonios del presente integran un tejido vivo que nos  permite   acercarnos al pasado para   pensar nuestro futuro", se explica en el sitio web, www.casadelbicentenario.gob.ar.
Fue maravilloso ver la proyección sobre un círculo de harina, de unas manos que amasaban, desde que se mezcla el agua con harina, hasta formar el bollo. Producía una sensación tan distinta..., el soporte que sostenía la imagen era parte del contenido del relato, muy interesante. En este momento se dedican a "Mujeres argentinas", en educación, política, arte, cine, prostitución, participación popular, trabajo (hasta ahí llegamos, los chicos llegaron a implorar que fuéramos a otro lado porque, según ellos, yo me quedaba demasiado tiempo frente a cada imagen, obra o audiovisual). Muy creativo también, el modo de exhibir el trabajo doméstico. No recuerdo de memoria, pero una frase decía que el la actividad realizada en el hogar es socialmente invisible. Aparecía al revés en una parede y se podía leer en un espejo que estaba enfrente, debajo de él fotos magníficas de mujeres de distintas edades y sector social llevando a cabo estas tareas: planchando, barriendo, colgando la ropa, paseando a los chicos y cocinando, entre otras. No quiero aburrir con más relatos, pero sinceramente valió la pena la visita.
En la próxima cuento "El laberinto del Bicentenario", donde concluyó el paseo.
Copio la presentación de Jorge Coscia, Secretario de Cultura de la Nación:
"Después de muchos años, el Estado nacional inaugura un espacio cultural en la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo es conjugar la reflexión, poner en suspenso lo dicho hasta ahora, releer lo que dimos por sentado para desnaturalizar el estado de cosas que nos toca en suerte. La Casa Nacional del Bicentenario se origina en un gesto revolucionario: la historia no se cuenta, se propone, se arroja a lecturas múltiples, no validadas de antemano. Y acá no tenemos la intención de validar. Ni siquiera nuestras más profundas convicciones.
Sospecho que la Casa logra su cometido: que los relatos germinen, que se cuenten en sus paredes los sueños y los proyectos del país que pretendemos ser".

4 comentarios:

  1. por aquí, entramos en el 2º mes de vacaciones, este verano se me hace largo porque no hago más que pensar en todo lo que me espera en septiembre, mes de cambios y adaptaciones en mi vida...

    un abrazo, Azul

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  2. Hola azul en estas tierras hace mucho calorcito.
    Mes de vacacionnes.
    Risoabrazos

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  3. Te dejo muchos saludos veraniegos desde Berlín. Indudablemente que los chicos (pequeños)con sus comentarios y vocecitas traen otro ambiente cuando se suben al subte.Y qué bien que hayas hecho programa con ellos aunque sea un solo día. Los míos de 16 y 18 ya hacen sus programas sin mí. Y esto me apena un poco.

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  4. Chicas! Me encanta compartir esto de las estaciones, acá algún calorcito invernal se disfruta como un anticipo anhelado, calculo que allá lo mismo con alguna brisa fresca.
    En cuanto pueda me doy una vuelta por el veranoblog de cada una.
    ¡Disfruten lo que queda de descanso!

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