domingo, 4 de abril de 2010

Jornada otoñal

No puedo dejar de compartir un día total y absolutament otoñal como el de ayer. Amaneció bien gris y el pasto todavía no del todo cubierto de hojas emanaba tristeza. El rocío se resistía a partir y demoraba la definición del interregno entre la noche y la mañana: un amanecer prolongado que no permitía abrirse al nuevo día. El gris dominaba todo. Ni muy fresco ni calor, una remera daba frío y el abrigo calor.
Sobre el medio día un brisa comenzó a limpiar el aire llevándose esa humedad tan bonaerense, tan nuestra. Las nubes persistieron hasta el final, pero un sol potente, mostrando la intensidad que le dejó el verano, asomaba entre blanco y blanco con furor. A esa hora se hizo sentir, pero que no se ilusione, con el correr de las horas, el otoño se impuso.
Los mayores son más respetuosos de las estaciones, saliendo de casa todos de mangas cortas, vimos una pareja de viejitos con abrigo. Abril es así, algunos en musculosa y otros con sweater, y todos tan contentos... Esa prudencia mayor nos hizo buscar los nuestros y salimos ataviados por las dudas.
Sabiduría gana, a medida que bajaba el sol todos nos tuvimos que abrigar. ¡Qué tarde preciosa! (igual que la mañana de hoy). Esa luz que empieza a ser prependicular y los rayos se disfrutan porque disipan el primer fresco del año..., qué bendición poder disfrutar cada momento de la vida como el otoño.
¿Cuál será la edad del otoño? Pienso a los vínculos como los rayos de luz y a las experiencias como las hojas que van haciendo mullido el suelo.

2 comentarios:

  1. Azul! Si vieras el abril nuestro ibas a caerte de la emoción... Y es verdad que los mayores respetan más las estaciones. Estoy harto que mis padres y abuelos miren mi atuendo y me digan: "Pero si estás en abril!". Aquí se mezcla además con un vínculo a la tierra muy curioso. En casa de mis suegros no hacen más que lamentarse que sea abril y que las flores de los frutales todavía no hayan abierto. En una gran ciudad de nuestras latitudes (Buenos Aires o Madrid) las estaciones se pierden definitivamente (y eso que lo de la sofocante humedad bonoarense ya lo había escuchado yo de mis amigos gallegos!).

    Un saludo de Juan, el pobre apenas se est´´a enterando de la primavera aquí...

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  2. Perdón Angelín! No entendí lo de la pérdida de estaciones en nuestras latitudes...
    Animo para Juanito, ya se manifestará el esplendor primaveral.

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